Cristina Sánchez «Taller Parir Renaciendo»

Quería agradecerte lo que hiciste por mí, y no se me ocurre mejor manera.

Fueron dos días, separados pero intensos, la verdad. Nunca antes había realizado ningún trabajo personal, y menos como aquel. Es lo que tenemos los de la rama sanitaria que somos unos incrédulos y nos pensamos que todo se basa en estudios y laboratorios, y nos olvidamos de lo más importante que es el sentido común, y eso yo hasta esos días no lo había pensado.

A partir de ese renacimiento muchas cosas empezaron a cambiar.

Me pasé el resto del embarazo visualizando mi parto, lo llegué a dibujar y me lo colgué cerquita de mi escritorio para verlo cada día y repasarlo mentalmente.

Llené mi casa de mensajes positivos sobre el día de mi parto, en el baño, en el pasillo, en la habitación,… me los llegué a aprender de memoria. Me ayudaron a pensar en positivo a todas horas y a darme fuerza internamente.

Me leí los 9 peldaños, el concepto del continuum, movimiento en libertad,…

Me reconcilié con mi madre, hablamos poco y nos miramos mucho a los ojos, eso me ayudó a perdonarla o por lo menos a pasar página, le hablé de todo lo que había vivido en mi renacimiento y su reacción fue mucho mejor de lo que esperaba, fue agradable el volver a rencontrarnos y lo fui labrando durante todo el embarazo.

La relación con mi hermana no tubo tanta suerte pero internamente la perdoné y pensé que quizás habría que esperar a reconciliar nuestras miradas a otro momento de nuestras vidas, pero la perdoné y eso me ayudó a limpiar  un poquito mi terraza.

Bruno  nació en casa el día 5 de Junio tal y como yo quería, tal y como deseaba que viniera al mundo, tranquilo, en paz, en armonía con la tierra.

Es un niño, tal y como visualicé en el renacimiento, increíble el poder de la mente, increíble la conexión con la madre tierra en el embarazo, increíble la conexión de algunas almas, simplemente maravilloso.

Por todo esto; gracias Ángeles  espero poder compartir contigo alguna otra vez otro momento mágico.

Besos.