El pasado mes de Julio del 2011, tuve el privilegio de asistir al curso de Renacimiento “Sanando la relación con los padres” con Ángeles Hinojosa en Cubelles. Digo privilegio porque era doblemente mi sueño hecho realidad: por un lado, me hacía mucha ilusión hacer un rebirthing estando embarazada, y por el otro, ¡porque mi marido también asistió! Para él era su primer curso, aunque hizo una sesión hace años conmigo, y estaba un poco nervioso.
Me encantó que en el grupo todos eran madres y padres y compartíamos las cosas que más me apetecía trabajar en ese momento, los padres, los hijos, la crianza, los lazos emocionales, los traumas… Además todas las personas en el curso, con Ángeles en cabeza por supuesto, son maravillosas.
Mi experiencia al respirar fue más bien de disfrutar. Como he hecho tantas sesiones, ya no tengo apenas molestias físicas, y mis experiencias fueron bastante espirituales y muy relacionadas con mi bebé. Al compartir con el grupo recordé cómo en mis comienzos yo experimentaba otro tipo de sensaciones como los hormigueos, dolores, ganas de moverme, llantos y gritos, recuerdos dolorosos, y también esa gran satisfacción y sensación de logro.
Me ayudó a darme cuenta de lo mucho que he crecido gracias al Renacimiento en los últimos años, cómo he ido dejando atrás aquello que no me sirve, y he aprendido cosas nuevas que sólo podía hallar en mi interior. Como comadrona aprendí a acompañar a los bebés además de a sus madres, y ahora como madre me siento preparada para recibir a mi bebé.
Reconozco que lo que me hizo más feliz fue ver a mi marido despertar con el Renacimiento, disfrutar respirando como un campeón y descubriendo esta forma tan maravillosa de sanar.
Ahora, un mes después del curso, estoy todavía más contenta, ya que ayer decidimos por fin hacer una sesión los dos en casa, juntos. A Alberto le daba un poco de respeto volver a hacer toda una sesión, pero en seguida se quitó los miedos de encima y nos pusimos a ello. Respiramos por más de una hora, juntos pero cada uno viviendo su experiencia, y fue muy enriquecedor. No me quedan palabras para describir lo maravilloso que es poder compartir algo así con tu pareja, y con el bebé, que parece disfrutar mucho también.
Desde luego que haremos más rebirthing en casa, en lo que queda de embarazo y quizá después. De todas formas lo mejor es el trabajo tan profundo y completo que se hace en los grupos con Ángeles, y creo que seguiré apareciendo en algún curso en el futuro.
Un abrazo a todos los compañeros del curso, y a nuestra querida Ángeles.